sábado, 19 de diciembre de 2009

Problemas con la Pagina Web

Muy buenas hermanos que el Señor les bendiga y les prospere en esta navidad y en el año venidero... lamentablemente por algunas situaciones y mejoras en nuestro almacenamiento, vamos a tener fuera nuestra pagina oficial del Grupo por algun tiempo, esperamos estar lo mas pronto nuevamente a disposicion de todos los que nos visitan.

Bendiciones y recordemos que JESUCRISTO HA RESUCITADO !!!!!



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martes, 1 de diciembre de 2009

San Andrés Apóstol (30 de Noviembre)

San Andrés Apóstol

Nació en Betsaida y tuvo el honor y el privilegio de haber sido el primer discípulo que tuvo Jesús, junto con San Juan el evangelista.

Los dos eran discípulos de Juan Bautista, y este al ver pasar a Jesús (cuando volvía el desierto después de su ayuno y sus tentaciones) exclamó: "He ahí el cordero de Dios". Andrés se emocionó al oír semejante elogio y se fue detrás de Jesús, Jesús se volvió y les dijo: "¿Qué buscan?". Ellos le dijeron: "Señor: ¿dónde vives?". Jesús les respondió: "Venga y verán". Y se fueron y pasaron con Él aquella tarde.

Esa llamada cambió su vida para siempre. San Andrés se fue luego donde su hermano Simón y le dijo: "Hemos encontrado al Salvador del mundo" y lo llevó a donde Jesús quien encontró en el gran San Pedro a un entrañable amigo y al fundador de su Iglesia.

El día del milagro de la multiplicación de los panes, fue San Andrés el que llevó a Jesús el muchacho que tenía los cinco panes. El santo presenció la mayoría de los milagros que hizo Jesús y escuchó, uno por uno, sus maravillosos sermones, viviendo junto a él por tres años.

En el día de Pentecostés, San Andrés recibió junto con la Virgen María y los demás Apóstoles, al Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego, y en adelante se dedicó a predicar el evangelio con gran valentía y obrando milagros y prodigios.

La tradición coloca su martirio el 30 de noviembre del año 63, bajo el imperio de Nerón.


Fuente: http://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=359


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miércoles, 18 de noviembre de 2009

MENSAJE CON MOTIVO DE LA CAMPAÑA ELECTORAL 2009-2010


La Conferencia Episcopal nos envia a estudiar este material para que tengamos una base en la toma de decisiones en las proximas elecciones del año 2010.

Pidamos sabiduria al Señor para que la persona que nos represente por 4 años tenga la mente bien puesta y crea en Dios.

Pueden descargar el material de nuestra página web en la sección de Descargas o en la página de la conferencia episcopal.

BENDICIONES

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lunes, 16 de noviembre de 2009

Consagración

Dios nos ha consagrado porque Jesucristo hizo la voluntad de Dios al ofrecer su propio cuerpo en sacrificio una sola vez y para siempre.... Hebreos 10,10


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lunes, 9 de noviembre de 2009

Acto de Amor a Cristo Crucificado (Preciosa Oración)


Acto de Amor a Cristo Crucificado

No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor; muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme el ver tu cuerpo tan herido;
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, de tal manera,
que aunque no hubiera cielo yo te amara,
y aunque no hubiera infierno te temiera.

No me tienes que dar por que te quiera;
porque aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

AMEN


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jueves, 29 de octubre de 2009

Solemnidad de Todos los Santos 1 de noviembre


"Gocémonos todos en el Señor,
al celebrar esta fiesta en honor
de todos los Santos, de cuya
solemnidad se alegran los Ángeles,
y ensalzan al Hijo de Dios".


La Solemnidad

La Iglesia nos manda echar en este día una mirada al cielo, que es nuestra futura patria, para ver allí con San Juan, a esa turba magna, a esa muchedumbre incontable de Santos, figurada en esas series de 12,000 inscritos en el Libro de la Vida, - con el cual se indica un número incalculable y perfecto, - y procedentes de Israel y de toda nación, pueblo y lengua, los cuales revestidos de blancas túnicas y con palmas en las manos, alaban sin cesar al Cordero sin mancilla. Cristo, la Virgen, los nueve coros de ángeles, los Apóstoles y Profetas, los Mártires con su propia sangre purpurados, los Confesores, radiantes con sus blancos vestidos, y los castos coros de Vírgenes forman ese majestuoso cortejo, integrado por todos cuantos acá en la tierra se desasieron de los bienes caducos y fueron mansos, mortificados, justicieros, misericordiosos, puros, pacíficos y perseguidos por Cristo. Entre esos millones de Justos a quienes hoy honramos y que fueron sencillos fieles de Jesús en la tierra, están muchos de los nuestros, parientes, amigos, miembros de nuestra familia parroquial, a los cuales van hoy dirigidos nuestros cultos. Ellos adoran ya al Rey de reyes y Corona de todos los Santos y seguramente nos alcanzarán abundantes misericordias de lo alto.


Esta fiesta común ha de ser también la nuestra algún día, ya que por desgracia son muy contados los que tienen grandes ambiciones de ser santos, y de amontonar muchos tesoros en el cielo. Alegrémonos, pues, en el Señor, y al considerarnos todavía bogando en el mar revuelto, tendamos los brazos, llamemos a voces a los que vemos gozar ya de la tranquilidad del puerto, sin exposición a mareos ni tempestades. Ellos sabrán compadecerse de nosotros, habiendo pasado por harto más recias luchas y penalidades que las nuestras. Muy necios seríamos si pretendiéramos subir al cielo por otro camino que el que nos dejó allanado Cristo Jesús y sus Santos.


Los Santos


La Sagrada Biblia llama "Santo" a aquello que está consagrado a Dios. La Iglesia Católica ha llamado "santos" a aquellos que se han dedicado a tratar de que su propia vida le sea lo más agradable posible a Nuestro Señor.


Hay unos que han sido "canonizados", o sea declarados oficialmente santos por el Sumo Pontífice, porque por su intercesión se han conseguido admirables milagros, y porque después de haber examinado minuciosamente sus escritos y de haber hecho una cuidadosa investigación e interrogatorio a los testigos que lo acompañaron en su vida, se ha llegado a la conclusión de que practicaron las virtudes en grado heroico.


Santo DomingoPara ser declarado "Santo" por la Iglesia Católica se necesita toda una serie de trámites rigurosos. Primero una exhaustiva averiguación con personas que lo conocieron, para saber si en verdad su vida fue ejemplar y virtuosa. Si se logra comprobar por el testimonio de muchos que su comportamiento fue ejemplar, se le declara "Siervo de Dios". Si por detalladas averiguaciones se llega a la conclusión de que sus virtudes, fueron heroicas, se le declara "Venerable". Más tarde, si por su intercesión se consigue algún milagro totalmente inexplicable por medios humanos, es declarado "Beato". Finalmente si se consigue un nuevo y maravillosos milagro por haber pedido su intercesión, el Papa lo declara "santo".


Santa Ana y San Joaquín con Jesús y San Juan BautistaPara algunos santos este procedimiento de su canonización ha sido rapidísimo, como por ejemplo para San Francisco de Asís y San Antonio, que sólo duró 2 años. Poquísimos otros han sido declarados santos seis años después de su muerte, o a los 15 o 20 años. Para la inmensa mayoría, los trámites para su beatificación y canonización duran 30, 40,50 y hasta cien años o más. Después de 20 o 30 años de averiguaciones, la mayor o menor rapidez para la beatificación o canonización, depende de que obtenga más o menos pronto los milagros requeridos.


Los santos "canonizados" oficialmente por la Iglesia Católica son varios millares. Pero existe una inmensa cantidad de santos no canonizados, pero que ya están gozando de Dios en el cielo. A ellos especialmente está dedicada esta fiesta de hoy.


La Santa Biblia afirma que al Cordero de Dios lo sigue una multitud incontable.


Santa María MagdalenaEn el cielo están San Chofer de bus y Santa Lavandera de ropa. San Mensajero y Santa Secretaria. Santa Madre de familia y San Gerente de Empresa. San Obrero de construcción y San Agricultor. San Colegial y Santa Estudiante. Santa Viuda, Santa Solterona, Santa Niña y Santa Anciana. San Sacerdote, San Obispo, San Pontífice, San Limosnero, San Celador, Santa Cocinera, San Arrendatario y San Millonario, y muchos más que amaron a Dios y cumplieron sus deberes de cada día.


Señor Jesús: que cada uno de nosotros logremos formar también parte un día en el cielo para siempre del número de tus santos, de los que te alabaremos y te amaremos por los siglos de los siglos. Amén.


Esta es la voluntad de Dios: Que lleguemos a la santidad.


Tomado de: http://www.ewtn.com/spanish/Saints/fiesta_de_todos_los_santos.htm

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Halloween... catolicismo o paganismo ??

No se puede negar que es divertido disfrazar a los pequeños de la casa y salir con ellos a pedir dulces por las calles, muchos de nosotros tenemos recuerdos gratos de las fiestas de Halloween en donde compartíamos dulces y echábamos mano de todo lo que estaba a nuestro alcance para confeccionarnos el mejor de los disfraces.

Halloween, ¿Lo debe celebrar un cristiano?

Pero no podemos pasar por alto que las fiestas que celebramos reflejan quiénes somos e influyen en nuestros valores. Desgraciadamente muchos cristianos han olvidado el testimonio de los santos y la importancia de rezar por los muertos y se dejan llevar por costumbres paganas para festejar con brujas y fantasmas.

"Halloween" significa (All hallow´s eve), del inglés antiguo, all hallows eve, o Víspera Santa, pues se refiere a la noche del 31 de octubre, víspera de la Fiesta de Todos los Santos. La fantasía anglosajona, sin embargo, le ha robado su sentido religioso para celebrar en su lugar la noche del terror, de las brujas y los fantasmas. Halloween marca un triste retorno al antiguo paganismo, tendencia que se ha propagado también entre los pueblos hispanos.

Raíces paganas de Halloween

Ya desde el siglo VI antes de Cristo los celtas del norte de Europa celebraban el fin del año con la fiesta de Samhein (o La Samon), fiesta del sol que comenzaba la noche del 31 de octubre. Marcaba el fin del verano y de las cosechas. El colorido de los campos y el calor del sol desaparecían ante la llegada de los días de frío y oscuridad.

Creían que aquella noche el dios de la muerte permitía a los muertos volver a la tierra fomentando un ambiente de muerte y terror. La separación entre los vivos y los muertos se disolvía aquella noche y haciendo posible la comunicación entre unos y otros. Según la religión celta, las almas de algunos difuntos estaban atrapadas dentro de animales feroces y podían ser liberadas ofreciéndole a los dioses sacrificios de toda índole, incluso sacrificios humanos. Sin duda Samhein no es otro sino el mismo demonio que en todas las épocas busca implantar la cultura de la muerte.

Aquellos desafortunados también creían que esa noche los espíritus malignos, fantasmas y otros monstruos salían libremente para aterrorizar a los hombres. Para aplacarlos y protegerse se hacían grandes hogueras. Estas hogueras tuvieron su origen en rituales sagrados de la fiesta del sol. Otras formas de evitar el acoso de estos macabros personajes era preparándole alimentos, montando macabras escenografías y disfrazándose para tratar de asemejarse a ellos y así pasar desapercibidos sus miradas amenazantes.

¿Como sabía aquella gente la apariencia de brujas, fantasmas y monstruos?. Al no conocer al verdadero Dios vivían aterrorizados ante las fuerzas de la naturaleza y las realidades del sufrimiento y la muerte. De alguna forma buscaban desahogar aquella situación dándole expresión en toda clase de fantasías. Todo lo feo, lo monstruoso y lo amenazante que se puede imaginar en figuras de animales y seres humanos constituye la base para darle riendas libres a la imaginación del terror.

Mezcla con el cristianismo

Cuando los pueblos celtas se cristianizaron, no todos renunciaron a las costumbres paganas. Es decir, la conversión no fue completa. La coincidencia cronológica de la fiesta pagana con la fiesta cristiana de Todos los Santos y la de los difuntos, que es el día siguiente, hizo que algunos las mezclaran. En vez de recordar los buenos ejemplos de los santos y orar por los antepasados, se llenaban de miedo ante las antiguas supersticiones sobre la muerte y los difuntos.

Algunos inmigrantes Irlandeses introdujeron Halloween en los Estados Unidos donde llegó a ser parte del folklore popular. Se le añadieron diversos elementos paganos tomados de los diferentes grupos de inmigrantes hasta llegar a incluir la creencia en brujas, fantasmas, duendes, drácula y monstruos de toda especie. Desde USA, Halloween se ha propagado por todo el mundo.

Algunas costumbres de Halloween

Trick or Treat

Los niños (y no tan niños) se disfrazan (es una verdadera competencia para hacer el disfraz mas horrible y temerario) y van de casa en casa exigiendo «trick or treat» (truco o regalo). La idea es que si no se les da alguna golosina le harán alguna maldad al residente del lugar que visitan. Para algunos esto ha sido un gracioso juego de niños. Ultimamente esta práctica se ha convertido en algo peligroso tanto para los residentes (que pueden ser visitados por una ganga violenta), como para los que visitan (Hay residentes que reaccionan con violencia y han habido casos de golosinas envenenadas).

La Calabaza

Según una antigua leyenda irlandesa un hombre llamado Jack había sido muy malo y no podía entrar en el cielo. Tampoco podía ir al infierno porque le había jugado demasiados trucos al demonio. Tuvo por eso que permanecer en la tierra vagando por los caminos, con una linterna a cuesta. Esta linterna primitiva se hace vaciando un vegetal y poniéndole dentro un carbón encendido. Jack entonces se conocía como "Jack of the Lantern" (Jack de la Linterna) o, abreviado, Jack-o-´Lantern. Para ahuyentar a Jack-o-´Lantern la gente supersticiosa ponía una linterna similar en la ventana o frente a la casa. Cuando la tradición se popularizó en USA, el vegetal con que se hace la linterna comenzó a ser una calabaza la cual es parte de las tradiciones supersticiosas de Halloween. Para producir un efecto tenebroso, la luz sale de la calabaza por agujeros en forma del rostro de una carabela o bruja.

Fiestas de Disfraces

Una fiesta de disfraces no es intrínsecamente algo malo. Pero si hay que tener cuidado cuando estas se abren a una cultura desenfrenada como la nuestra. Detrás de un disfraz se pueden hacer muchas cosas vergonzosas con impunidad. Con frecuencia se hace pretexto para esconderse y aprovecharse de la situación. Como hemos visto, los disfraces de Halloween tienen origen en el paganismo y por lo general aluden a miedo y a la muerte. Hoy día con frecuencia los disfraces se burlan de las cosas sagradas. Vemos, por ejemplo, disfraces de monjas embarazadas, sacerdotisas, pervertidos sexuales, etc. Nada de eso es gracioso y solo puede ofender a Dios.

Con el reciente incremento de satanismo y lo oculto la noche de halloween se ha convertido en la ocasión para celebrar en grande toda clase ritos tenebrosos desde brujerías hasta misas negras y asesinatos. Es lamentable que, con el pretexto de la curiosidad o de ser solo por pasar el tiempo, no son pocos los cristianos que juegan con las artes del maligno.

Jesucristo es la victoria sobre el mal

La cultura moderna, jactándose de ser pragmática y científica, ha rechazado a Dios por considerarlo un mito ya superado. Al mismo tiempo, para llenar el vacío del alma, el hombre de hoy retrocede cada vez mas al absurdo de la superstición y del paganismo. Ha cambiado a Dios por el mismo demonio. No es de extrañar entonces que vivamos en una cultura de la muerte en la que millones de niños son abortados cada año y muchos mas mueren de hambre y abandono.

Es más fácil dejarse llevar por la corriente de la cultura y regresar al miedo, a la muerte y a un "mas allá" sin Dios porque, sin la fe, el hombre se arrastra hacia la necesidad de protegerse de fuerzas que no puede dominar. Busca de alguna manera con sus ritos exorcizar las fuerzas superiores.

Como católicos, profesamos que solo Jesucristo nos libera de la muerte. Solo Él es la luz que brilla en la oscuridad de los largos inviernos espirituales del hombre. Solo Él nos protege de la monstruosidad de Satanás y los demonios. Solo Él le da sentido al sufrimiento con su Cruz. Solo Él es vencedor sobre el horror y la muerte. Solo Dios basta para quién ha recibido la gracia y vive como discípulo de Cristo. Ante Cristo la cultura de la muerte cede el paso al amor y la vida.

Alternativas a Halloween

Los cristianos debemos no solo desenmascarar el mal sino ser además luz en las tinieblas. Debemos abogar por el retorno a la verdadera celebración de la Fiesta de Todos los Santos y la riqueza del festejo del Día de muertos . Se pueden hacer muchas celebraciones en torno al recuerdo de los santos.
Un ejemplo puede ser nuestro Proyecto: Fiesta de Todos los Santos

Los niños se pueden disfrazar de un santo favorito y aprenderse su vida, especialmente sus virtudes, con el fin de imitarlas. Los mayores pueden leer acerca de los santos, tener una fiesta en honor a un santo favorito de la comunidad o de la familia.

En algunas comunidades que aun se mantienen cristianas se puede renovar la costumbre de pueblos españoles de ir de puerta en puerta cantando, tocando instrumentos musicales y pidiendo dinero para las «ánimas del Purgatorio».

Aquellos que hagan el esfuerzo por vivir su fe lograrán en la Fiesta de Todos los Santos recordar que todos somos llamados a la santidad. Podrán conocer la vidas maravillosas de los santos que les ayudarán a vivir el Evangelio. Encontrarán además grandes amigos que intercederán desde el cielo por su salvación.


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sábado, 24 de octubre de 2009

SANTA SEDE CONFIRMA PASO DEL MÁS GRANDE GRUPO DE ANGLICANOS A LA IGLESIA CATÓLICA

Autoridades vaticanas anunciaron la próxima publicación de una Constitución Apostólica para responder a los “numerosos” pedidos de clérigos y fieles anglicanos que desean ingresar a la Iglesia Católica en comunión plena.


Aunque las autoridades no anticiparon cifras, se sabe que uno de los grupos que ha pedido dar este paso es la Comunión Anglicana Tradicional, que cuenta con al menos 400 mil personas, constituyendo el grupo de anglicanos más grande de la historia en ingresar a la Iglesia Católica.


En una conferencia de prensa celebrada esta mañana, el Cardenal Joseph Levada, Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, explicó que la constitución “representa una respuesta necesaria a un fenómeno mundial” y ofrecerá un “modelo canónico único para la Iglesia universal adaptable a diversas situaciones locales, y en su aplicación universal, equitativa para los ex anglicanos”.


El modelo prevé la posibilidad de la ordenación de clérigos casados ex anglicanos, como sacerdotes católicos y aclara que éstos no podrían ser ordenados obispos.


El Cardenal Levada explicó que en el documento “el Santo Padre ha introducido una estructura canónica que provee a una reunión corporativa a través de la institución de Ordinariatos Personales, que permitirán a los fieles ex anglicanos entrar en la plena comunión con la Iglesia católica, conservando al mismo tiempo elementos del especifico patrimonio espiritual y litúrgico anglicano”.


“La atención y la guía pastoral para estos grupos de fieles ex anglicanos será asegurada por un Ordinariato Personal, del que el Ordinario será habitualmente nombrado por el clero ex anglicano", indicó el Purpurado, quien señaló que al menos una veintena de obispos anglicanos ha solicitado ingresar a la Iglesia Católica.


Asimismo, explicó que la nueva estructura “está en consonancia con el compromiso en el diálogo ecuménico” y reiteró que "la iniciativa proviene de varios grupos de anglicanos que han declarado que comparten la fe católica común, como expresa el Catecismo de la Iglesia Católica, y que aceptan el ministerio petrino como un elemento querido por Cristo para la Iglesia. Para ellos ha llegado el tiempo de expresar esta unión implícita en una forma visible de plena comunión".


El Cardenal Levada subrayó que "Benedicto XVI espera que el clero y los fieles anglicanos deseosos de la unión con la Iglesia Católica encuentren en esta estructura canónica la oportunidad de preservar aquellas tradiciones anglicanas que son preciosas para ellos y conformes con la fe católica”.


“En cuanto expresan en un modo distinto la fe profesada comúnmente, estas tradiciones son un don que hay que compartir en la Iglesia universal. La unión con la Iglesia no exige la uniformidad que ignora las diversidades culturales, como demuestra la historia del cristianismo. Además, las numerosas y diversas tradiciones hoy presentes en la Iglesia Católica están todas enraizadas en el principio formulado por San Pablo en su carta a los Efesios: ‘Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo’”, agregó.


Finalmente, recordó que "nuestra comunión se ha reforzado por diversidades legítimas como estas, y estamos contentos de que estos hombres y mujeres ofrezcan sus contribuciones particulares a nuestra vida de fe común".


En una declaración conjunta, los arzobispos de Westminster y Canterbury, respectivamente Vincent Gerard Nichols y Rowan Williams, afirman que el anuncio de la Constitución Apostólica "acaba con un período de incertidumbre para los grupos que nutrían esperanzas de nuevas formas para alcanzar la unidad con la Iglesia Católica”.


“Toca ahora a los que han cursado peticiones de ese tipo a la Santa Sede responder a la Constitución Apostólica", que es "consecuencia del diálogo ecuménico entre la Iglesia Católica y la Comunión Anglicana", indicaron.


Mons. Augustine DiNoia, que colaboró en la redacción de la nueva estructura, recordó que “hemos estado durante 40 años por la unidad. Las oraciones han encontrado respuestas que no anticipamos”.


Para el Arzobispo, ha ocurrido un “giro tremendo” en el movimiento ecuménico y rechazó las acusaciones de quienes llaman “disidentes” a estos anglicanos. “Ellos están asintiendo al obrar del Espíritu Santo para estar en unión con Pedro, con la Iglesia Católica”, precisó.


Mons. DiNoia explicó que aún se trabaja en los detalles técnicos y estos Ordinariatos Personales podrían sufrir variaciones en su forma final. Los detalles completos de la Constitución Apostólica serán publicados en algunas semanas.

Tomado de: http://www.arquisanjose.org/ver2/index.php?sec=informativo.php&sec3=&id=1439


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viernes, 23 de octubre de 2009

MENSAJE PARA LA JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES 2009

MENSAJE PARA LA JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES 2009
«Las naciones caminarán en su luz»
(Apocalipsis 21, 24)
Domingo 18 de octubre de 2009




En este domingo, dedicado a las misiones, me dirijo ante todo a vosotros, Hermanos en el ministerio episcopal y sacerdotal, y también a vosotros, hermanos y hermanas de todo el Pueblo de Dios, para exhortar a cada uno a reavivar en sí mismo la conciencia del mandato misionero de Cristo de hacer “discípulos a todos los pueblos” (Mt 28,19), siguiendo los pasos de san Pablo, el Apóstol de las Gentes.

“Las naciones caminarán en su luz” (Ap 21,24). Objetivo de la misión de la Iglesia es en efecto iluminar con la luz del Evangelio a todos los pueblos en su camino histórico hacia Dios, para que en Él tengan su realización plena y su cumplimiento. Debemos sentir el ansia y la pasión por iluminar a todos los pueblos, con la luz de Cristo, que brilla en el rostro de la Iglesia, para que todos se reúnan en la única familia humana, bajo la paternidad amorosa de Dios.

Es en esta perspectiva que los discípulos de Cristo dispersos por todo el mundo trabajan, se esfuerzan, gimen bajo el peso de los sufrimientos y donan la vida. Reafirmo con fuerza lo que ha sido varias veces dicho por mis venerados Predecesores: la Iglesia no actúa para extender su poder o afirmar su dominio, sino para llevar a todos a Cristo, salvación del mundo. Nosotros no pedimos sino el ponernos al servicio de la humanidad, especialmente de aquella más sufriente y marginada, porque creemos que “el esfuerzo orientado al anuncio del Evangelio a los hombres de nuestro tiempo... es sin duda alguna un servicio que se presenta a la comunidad cristiana e incluso a toda la humanidad” (Evangelii nuntiandi, 1), la cual “está conociendo grandes conquistas, pero parece haber perdido el sentido de las realidades últimas y de la misma existencia” (Redemptoris missio, 2).


1. Todos los Pueblos llamados a la salvación

La humanidad entera tiene la vocación radical de regresar a su fuente, que es Dios, el único en Quien encontrará su realización final mediante la restauración de todas las cosas en Cristo. La dispersión, la multiplicidad, el conflicto, la enemistad serán repacificadas y reconciliadas mediante la sangre de la Cruz, y reconducidas a la unidad.

El nuevo inicio ya comenzó con la resurrección y exaltación de Cristo, que atrae a sí todas las cosas, las renueva, las hace partícipes del eterno gozo de Dios. El futuro de la nueva creación brilla ya en nuestro mundo y enciende, aunque en medio de contradicciones y sufrimientos, la esperanza de una vida nueva. La misión de la Iglesia es la de “contagiar” de esperanza a todos los pueblos. Para esto Cristo llama, justifica, santifica y envía a sus discípulos a anunciar el Reino de Dios, para que todas las naciones lleguen a ser Pueblo de Dios. Es sólo al interno de dicha misión que se comprende y autentifica el verdadero camino histórico de la humanidad. La misión universal debe convertirse en una constante fundamental de la vida de la Iglesia. Anunciar el Evangelio debe ser para nosotros, como lo fue para el apóstol Pablo, un compromiso impostergable y primario.


2. Iglesia peregrina

La Iglesia universal, sin confines y sin fronteras, se siente responsable del anuncio del Evangelio a pueblos enteros (cf. Evangelii nuntiandi, 53). Ella, germen de esperanza por vocación, debe continuar el servicio de Cristo al mundo. Su misión y su servicio no son a la medida de las necesidades materiales o incluso espirituales que se agotan en el marco de la existencia temporal, sino de una salvación trascendente, que se actúa en el Reino de Dios (cf. Evangelii nuntiandi, 27). Este Reino, aun siendo en su plenitud escatológico y no de este mundo (cf. Jn 18,36), es también en este mundo y en su historia fuerza de justicia, de paz, de verdadera libertad y de respeto de la dignidad de cada hombre. La Iglesia busca transformar el mundo con la proclamación del Evangelio del amor, “que ilumina constantemente a un mundo oscuro y nos da la fuerza para vivir y actuar... y así llevar la luz de Dios al mundo” (Deus caritas est, 39). Es a esta misión y servicio que, con este Mensaje, llamo a participar a todos los miembros e instituciones de la Iglesia.


3. Missio ad gentes

De este modo, la misión de la Iglesia es la de llamar a todos los pueblos a la salvación operada por Dios a través de su Hijo encarnado. Es necesario por lo tanto renovar el compromiso de anunciar el Evangelio, que es fermento de libertad y de progreso, de fraternidad, de unidad y de paz (cf. Ad gentes, 8). Deseo “confirmar una vez más que la tarea de la evangelización de todos los hombres constituye la misión esencial de la Iglesia” (Evangelii nuntiandi, 14), tarea y misión que los amplios y profundos cambios de la sociedad actual hacen cada vez más urgentes. Está en cuestión la salvación eterna de las personas, el fin y la realización misma de la historia humana y del universo. Animados e inspirados por el Apóstol de las gentes, debemos ser conscientes de que Dios tiene un pueblo numeroso en todas las ciudades recorridas también por los apóstoles de hoy (cf. Hch 18,10). En efecto “la promesa vale para vosotros y para vuestros hijos y, además, para todos los que llame el Señor nuestro Dios, aunque estén lejos” (Hch 2,39).

La Iglesia entera debe comprometerse en la missio ad gentes, hasta que la soberanía salvadora de Cristo se realice plenamente: “Pero ahora no vemos todavía que todo le esté sometido” (Hb 2,8).


4. Llamados a evangelizar también mediante el martirio

En esta Jornada dedicada a las misiones, recuerdo en la oración a quienes han hecho de su vida una exclusiva consagración al trabajo de evangelización. Una mención particular es para aquellas Iglesias locales, y para aquellos misioneros y misioneras que se encuentran testimoniando y difundiendo el Reino de Dios en situaciones de persecución, con formas de opresión que van desde la discriminación social hasta la cárcel, la tortura y la muerte. No son pocos quienes actualmente son llevados a la muerte por causa de su “Nombre”. Es aún de una actualidad tremenda lo que escribía mi venerado Predecesor, el Papa Juan Pablo II: “La memoria jubilar nos ha abierto un panorama sorprendente, mostrándonos nuestro tiempo particularmente rico en testigos que, de una manera u otra, han sabido vivir el Evangelio en situaciones de hostilidad y persecución, a menudo hasta dar su propia sangre como prueba suprema” (Novo millennio ineunte, 41).

La participación en la misión de Cristo, en efecto, marca también la vida de los anunciadores del Evangelio, para quienes está reservado el mismo destino de su Maestro. “Recordad lo que os dije: No es el siervo más que su amo. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán” (Jn 15,20). La Iglesia sigue el mismo camino y sufre la misma suerte de Cristo, porque no actúa según una lógica humana o contando con las razones de la fuerza, sino siguiendo la vía de la Cruz y haciéndose, en obediencia filial al Padre, testigo y compañera de viaje de esta humanidad.

A las Iglesias antiguas como a las de reciente fundación les recuerdo que han sido colocadas por el Señor como sal de la tierra y luz del mundo, llamadas a difundir a Cristo, Luz de las gentes, hasta los extremos confines de la tierra. La missio ad gentes debe constituir la prioridad de sus planes pastorales.

A las Obras Misionales Pontificias dirijo mi agradecimiento y mi aliento por el indispensable trabajo de animación, formación misionera y ayuda económica que aseguran a las jóvenes Iglesias. A través de estas Instituciones pontificias se realiza en modo admirable la comunión entre las Iglesias, con el intercambio de dones, en la solicitud mutua y en la común proyección misionera.


5. Conclusión

El empuje misionero ha sido siempre signo de vitalidad de nuestras Iglesias (cf. Redemptionis missio, 2). Es necesario, sin embargo, reafirmar que la evangelización es obra del Espíritu y que incluso antes de ser acción es testimonio e irradiación de la luz de Cristo (cf. Redemptionis missio, 26) por parte de la Iglesia local, que envía sus misioneros y misioneras para ir más allá de sus fronteras. Pido por lo tanto a todos los católicos que recen al Espíritu Santo para que aumente en la Iglesia la pasión por la misión de difundir el Reino de Dios, y que sostengan a los misioneros, las misioneras y las comunidades cristianas comprometidas en primera línea en esta misión, a veces en ambientes hostiles de persecución.

Al mismo tiempo invito a todos a dar un signo creíble de comunión entre las Iglesias, con una ayuda económica, especialmente en la fase de crisis que está atravesando la humanidad, para colocar a las Iglesias locales en condición de iluminar a las gentes con el Evangelio de la caridad.

Nos guíe en nuestra acción misionera la Virgen María, estrella de la Nueva Evangelización, que ha dado al mundo a Cristo, puesto como luz de las gentes, para que lleve la salvación “hasta el extremo de la tierra” (Hch 13,47).

A todos mi Bendición.

Vaticano, 29 de junio de 2009
BENEDICTUS PP. XVI


Tomado de: http://www.encuentra.com/articulos.php?id_sec=68&id_art=6758&id_ejemplar=0


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Jornada Mundial de la Juventud 2011

La proxima Jornada Mundial de la Juventud sera en el año 2011.

Sobre el fondo: “son jóvenes de todo el mundo se unen para celebrar su fe junto al Papa, al pie de la Cruz, y forman la corona de la Virgen de la Almudena, patrona de Madrid.


En la corona destaca la “M” de María, también inicial de Madrid, lugar del encuentro.


La Cruz, señal del cristiano, preside la cita del Papa con los jóvenes, que hacen visible con su testimonio el tema de la JMJ: “arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe”.


“La marca para la Jornada Mundial de la Juventud es, en sí misma, una catequesis, una oportunidad de evangelización: el camino rápido y seguro para llegar a Cristo es la Virgen María, Madre de Dios y de los hombres. Los jóvenes tienen, en la fe de María, el ejemplo y el modelo para llegar a Cristo y cumplir la finalidad prioritaria de la JMJ: dar a conocer al mundo su mensaje”.


Sobre la forma: “El símbolo posee un trazo espontáneo y firme, como la juventud del siglo XXI.

Es cercano, afable, abierto. Alegre, desenfadado y positivo”.


Sobre el color: “El uso de una paleta de colores cálidos (rojo, naranja y amarillo) transmite una calidez y un calor inconfundibles, señas de identidad de una ciudad como Madrid, de un país como España. Estos colores son reflejo también de la “calidez divina”, del Amor trinitario”.


Sobre la tipografía: “Para la creación del logotipo (JMJ2011 MADRID) se ha empleado la tipografía Klavika, diseñada por Eric Olson en 2004. Se trata de una tipografía moderna y sobria, con una extensa familia y con alta legibilidad en todo tipo de soportes sean impresos o electrónicos”.


D. César Franco ha explicado que “La JMJ Madrid 2011 cuenta con el apoyo completo del gobierno de España, de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de la capital, que han ofrecido la colaboración pública para este evento, que atraerá a Madrid y a España a muchos jóvenes de todo el mundo”. Se prevé una participación entre millón y medio y dos millones de personas, entre 18 y 29 años, de casi todos los países del planeta.


Santiago de la Cierva, director de comunicación de la JMJ, ha señalado que la base para la organización y la comunicación será la página web y las redes sociales, que son el mejor camino para llegar a los jóvenes.



Mayor informacion http://www.jmj2011madrid.com/



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miércoles, 7 de octubre de 2009

Fiesta de la Virgen del Santo Rosario


La Batalla de Lepanto

En tiempos de Santo Padre Pío V (1566 - 1572), los musulmanes controlaban el Mar Mediterráneo y preparaban la invasión de la Europa cristiana. Los reyes católicos de Europa estaban divididos y parecían no darse cuenta del peligro inminente. El Papa pidió ayuda pero no le hicieron mucho caso hasta que el peligro se hizo muy real y la invasión era certera. El 17 de septiembre de 1569 pidió que se rezase el Santo Rosario. El 7 de octubre de 1571 se encontraron las dos flotas, la cristiana y la musulmana, en el Golfo de Corinto, cerca de la ciudad griega de Lepanto.

La flota cristiana, compuesta de soldados de los Estados Papales, de Venecia, Génova y España y comandada por Don Juan de Austria entró en batalla contra un enemigo muy superior en número y buques de guerra. Se jugaba el destino de la Europa cristiana. Antes del ataque, las tropas cristianas rezaron el Santo Rosario con mucha devoción. La batalla de Lepanto duró hasta altas horas de la tarde pero, al final, los cristianos resultaron victoriosos.

Mientras la batalla transcurría, en Roma el Papa recitaba el Rosario en su capilla. En eso, el Papa salió de su capilla y, por aparente inspiración, anunció a todos los presentes y con gran calma que la Santísima Virgen le había concedido la victoria a los cristianos. Semanas mas tarde llegó el finalmente el mensaje de la victoria de parte de Don Juan de Austria, quién, desde un principio, atribuyó el triunfo de cristiano a la poderosa intercesión de Nuestra Señora del Rosario. Agradecido con Nuestra Madre, el Papa Pío V instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias y agregó a las Letanía de la Santísima Virgen el título de "Auxilio de los Cristianos". Más adelante, el Papa Gregorio III cambió el nombre de la fiesta a la de Nuestra Señora del Rosario.

Nota Tomada de: http://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=300

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miércoles, 23 de septiembre de 2009

Ultima misa del Padre Pio

Aquí podemos ver algunas escenas de la última misa del padre Pío en la cúal al final vemos como ya agotada y fatigado, cae siendo sostenido por algunas personas que le ayudan.

Gracias Padre por mostrarnos y enseñarnos el amor a nuestro Señor... intercede por todos los que estamos aquí en la tierra.

Oracion al Padre Pio


Bienaventurado Padre Pío, testigo de fe y de amor.
Admiramos tu vida como fraile Capuchino, como sacerdote y como testigo fiel de Cristo.
El dolor marcó tu vida y te llamamos "Un crucificado sin Cruz"
.
El amor te llevó a preocuparte por los enfermos, a atraer a los pecadores, a vivir profundamente el misterio de la Eucaristía y del perdón
.
Fuiste un poderoso intercesor ante Dios en tu vida, y sigues ahora en el cielo haciendo bien e intercediendo por nosotros
.
Queremos contar con tu ayuda. Ruega por nosotros
.
Lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
.

Padre Pío de Pietrelcina


Hoy 23 setiembre de 2009 nuestra amada iglesia católica esta celebrando la conmemoración de los 41 años de la muerte del santo Padre Pio de Pietrelcina, un hombre de Dios que a pesar de todos los problemas, humillaciones y maltratos sufridos NUNCA se quejó, ni nunca se le escuchó salir una ofensa de su boca.

Este místico hombre desde muy pequeño sintió la vocacion del sacerdocio, siendo así que su padre tuvo que ir a los Estados Unidos y buscar trabajo para poder pagar su ingreso al seminario.

A la edad de 15 años hace su ingreso a la orden franciscana, en el año 1904 hace su profesa como franciscano y el 10 agosto de 1910 se ordena como sacerdote.

Ocho años despues el 20 setiembre de 1918 recibe las heridas ( estigmas) de nuestro Señor Jesucristo, estas lo acompañaron por 50 años, hasta desaparecer completamente el día de su muerte; estas mismas despedian un olor a rosas especialmente cuando oficiaba misa y era la hora de la consagración.

Durante 10 años (1923-1933) tuvo la prohibición de oficiar misa, confesar y no tener comunicación con ninguno de sus hijos espirituales ni su guía espiritual.

Estos años le sirvieron para madurar espiritualmente y prepararse para los años mas fuerte que vendrían.

Lo mas reconocido de su vida y en lo cual tiene relación el Cura de Ars, era el largo tiempo que pasaba en el confesionario, tambien el Padre Pío luchó fisicamente y espiritualmente con el mismo demonio, ya que Dios le permitió esto para santificación.

El 23 setiembre de 1968 el Padre Pío un poco desgastado y agotado de tanto sufrimiento, oficio su ultima eucaristía y con las palabras de "Jesús y María" en sus labios abandonó este mundo para partir hacia la casa del Padre.

El 2 de mayo de 1999 su santidad el Papa Juan Pablo II realiza la beatificación de este gran hombre que años antes cuando el papa Juan Pablo II lo visitó estuvieron largas horas orando, sabiendo que algún día llegaría a ser Papa.

Posteriormente luego de la interseción en 2 milagros el 16 junio de 2002 el mismo papa lo Canoniza, siendo un santo mas para nuestra iglesia.

Con la frase "Reza, ten fe y no te preocupes" nos invita a mantener todo en oración ofreciendoselo al Señor y no preocuparnos por esto que pedimos.

El año pasado al celebrar sus 40 años de fallecido, se realizó la exumación de su cuerpo, siendo para muchos sorpresa ya que se encontraba totalmente incorrupto (termino que se le da al milagro que Dios brinda a los cuerpos de varios santos y santas) esto quiere decir que a pesar de tanto tiempo no presentaba ninguna descomposición.

"Ayudanos oh Padre Pío a mantenernos en los caminos del Señor y siempre estar anuentes a decirle si a Jesucristo."

ORACIÓN

Bienaventurado P. Pio, testigo de fe y de amor. Admiramos tu vida como fraile Capuchino, como sacerdote y como testigo fiel de Cristo. El dolor marcó tu vida y te llamamos "Un crucificado sin Cruz".

El amor te llevó a preocuparte por los enfermos, a atraer a los pecadores, a vivir profundamente el misterio de la Eucaristía y del perdón.

Fuiste un poderoso intercesor ante Dios en tu vida, y sigues ahora en el cielo haciendo bien e intercediendo por nosotros.

Queremos contar con tu ayuda. Ruega por nosotros.
Lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Escrito por Cristian Salazar.
Oración tomada de: http://www.devocionario.com/santos/padre_pio_1.html

martes, 22 de septiembre de 2009

El Orden Sacerdotal

El Orden Sacerdotal es un sacramento que, por la imposición de las manos del Obispo, y sus palabras, hace sacerdotes a los hombres bautizados, y les da poder para perdonar los pecados y convertir el pan y el vino en el Cuerpo y en la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.

El sacramento del orden lo reciben aquellos que se sienten llamados por Dios a ser sacerdotes para dedicarse a la salvación eterna de sus hermanos los hombres. Esta ocupación es la más grande de la Tierra, pues los frutos de sus trabajos no acaban en este mundo, sino que son eternos.

La vocación al sacerdocio lleva consigo el celibato, recomendado por el Señor. La obligación del celibato no es por exigencia de la naturaleza del sacerdocio, sino por ley eclesiástica .

La Iglesia quiere que los candidatos al sacerdocio abracen libremente el celibato por amor de Dios y servicio de los hombres .

La Iglesia quiere a sus sacerdotes célibes para que puedan dedicarse completamente al bien de las almas, sin las limitaciones, en tiempo y preocupaciones, que supone sacar adelante una familia.

El sacerdote debe estar libre para dedicarse, cien por cien, al cuidado de las almas.

Aunque es verdad que en algún caso una esposa podría ayudarle, también es verdad que en otros muchos, una esposa podría absorberle su tiempo por estar enferma física o psíquicamente, o por exigir de él mayor atención, etc.

Y por supuesto, los hijos exigirían de él, no sólo tiempo, sino destinos en los que la educación de ellos fuera más fácil, o evitar atender a enfermos contagiosos, etc.

Es decir, el sacerdote sin familia está más libre para el apostolado; y la Iglesia, en dos mil años de experiencia, así lo ha advertido, y por eso exige el celibato a sus sacerdotes.

Pero, sobre todo, el celibato sacerdotal tiene un fundamento teológico: Cristo fue célibe, y el sacerdote es "alter Christus", es decir, otro Cristo .

El amor de Jesucristo es universal, igual para todos; sin los exclusivismos propios del amor matrimonial. Así debe ser el amor del sacerdote.

La vocación no consiste en recibir una llamada telefónica de Dios. Si un muchacho tiene buena salud (no es necesario ser un superman ), es capaz de hacer estudios (no es necesario ser un genio), puede vivir habitualmente en gracia, con la ayuda de Dios (no hace falta ser ya un santo), tiene buena intención (no se trata de buscar el modo de ganarse la vida ) es decir, busca su propia perfección y la salvación de las almas, debe preguntarse si Dios le llama al sacerdocio.

No se trata de preguntar me gustaría ser sacerdote? sino, me querrá Dios sacerdote? . En caso de duda preguntar a persona imparcial y formada.

Hay que pedirle a Dios que haya muchas vocaciones sacerdotales y religiosas, pues hacen falta muchos párrocos, muchos misioneros, predicadores, confesores, maestros, etc., y también muchas Hermanitas de los Pobres, de la Caridad, en los hospitales, en los asilos, religiosas en las escuelas, colegios etc.; y otras en los conventos de clausura que alaben a Dios y pidan por los pecadores.

Por eso es un gran apostolado ayudar económicamente a la formación de futuros apóstoles, y a los conventos de clausura.

Todos debemos pedir a Dios que sean muchos los jóvenes que sigan la voz de Dios, pues hacen falta muchos y buenos sacerdotes y religiosos.

Los padres tienen obligación grave de dejar en libertad a sus hijos que quieran consagrarse a Dios . Pero también sería pecado -y gravísimo- el inducir a sus hijos, por motivos humanos, a abrazar, sin vocación, el estado eclesiástico.

Los padres deben cuidar de no presionar a sus hijos en la elección de una profesión y estado de vida . (P. Jorge Loring, Para Salvarte)


Nota tomada de: http://www.aciprensa.com/sacerdocio/sacerdocio.htm

Orden Sacerdotal: Términos Importantes

1.- Virginidad

Es un concepto que tiene originalmente una acepción biológica, y que indica la integridad física de una mujer. La hija de Jefté lloró por los montes su virginidad porque consideraba una deshonra morir sin haber tenido hijos (ver Jue 11, 29-40).

La virginidad tiene también una acepción religiosa, y significa en tal caso la renuncia voluntaria al matrimonio por amor al Reino de los cielos. Estamos aquí ante un hecho enraizado en una motivación religiosa. En esta segunda acepción se aplica más frecuentemente a mujeres, aunque no falta en la misma Sagrada Escritura algún caso en que el término se aplica a varones que, por motivos religiosos, renunciaron al matrimonio (ver Ap 14, 4).

Los Padres de la Iglesia escribieron tratados sobre la virginidad y elogios sobre las santas vírgenes. La liturgia católica contiene, tanto en el Misal, como en la Liturgia de las Horas, formularios para la celebración de las memorias o fiestas de las santas Vírgenes. El Pontifical Romano contiene un solemne rito, normalmente presidido por el Obispo, para consagrar vírgenes al Señor.

El Concilio de Trento declaró que la virginidad consagrada constituye en sí un estado de vida superior al matrimonio, (Sesión 24, 11 nov. 1563, canon 10), lo que no significa que por el hecho de la consagración en virginidad quien la ha realizado sea ya santo o santa, o más santo que un casado que vive con perfección en el estado matrimonial. San Ignacio de Loyola señala como signo de "sentir con la Iglesia" la actitud de quienes alaban y aprecian la virginidad, aún cuando no hayan sido llamados por Dios a servirlo en ese estado (ver Ejercicios Espirituales, 4ª regla para sentir con la Iglesia).


2.- Celibato

También esta palabra tiene al menos dos acepciones: una que se refiere al simple hecho de no haber contraído matrimonio, y, una segunda que mira a la motivación religiosa que puede tener ese hecho.

En algunas lenguas la palabra "celibatario" es equivalente, en el lenguaje común, a "soltero", pero tal uso del término no es equivalente a "casto". En el uso religioso católico, la palabra "celibato" tiene una connotación religiosa y se refiere especialmente al varón que, con vistas a recibir el ministerio sacerdotal en la Iglesia latina, promete solemnemente mantenerse sin contraer matrimonio y llevar consiguientemente una vida de castidad celibataria. Así como el término "virgen" se aplica preferentemente a la mujer, así el de "celibato" se aplica preferentemente a los varones.

Puede consagrarse en celibato un varón después de su viudez, o después de haber llevado una vida desarreglada; en cambio no puede recibir la consagración de vírgenes la mujer que ha sido casada o que ha perdido voluntariamente su virginidad, pero puede prometer para el porvenir la castidad propia de los celibatarios.


3.- Castidad

La castidad es una forma de la virtud de la templanza, la que consiste en el señorío sobre las pasiones y los apetitos de la sensibilidad humana, de modo que no obstaculicen la meta de la existencia humana y cristiana que es "vivir para Dios", sin permitir que nada creado se sobreponga a El, se constituya en finalidad independiente de El o, en una palabra, impida amarlo con todo el corazón, con toda el alma y con toda las fuerzas (ver Dt 6,5; Mt 22, 37) .

La templanza se refiere al recto uso de los bienes terrenales y es necesaria al hombre para que dichos bienes conserven su calidad de medios al servicio de la finalidad última del ser humano, sin erigirse nunca en objetivos autónomos. Frente a diversos bienes temporales, la naturaleza del hombre, herida por el pecado, reacciona con violenta apetencia: apetencias de dinero, de poder, de gloria o vanagloria, de placer sexual (ver 1 Jn 2,16).

La templanza y la castidad ayudan al hombre a mantenerse en la verdad de su ser y de su finalidad, sin que las apetencias desordenadas adquieran dimensiones de ídolos y disputen a Dios el lugar y el amor a que sólo El tiene derecho. En concreto la castidad permite al hombre mantener el señorío sobre su sensualidad, respetando la finalidad del sexo y haciendo que se ejercite sin menoscabar el amor a Dios y sin aprisionar la libertad que compete a los hijos de Dios.

La virtud de la castidad es pluriforme y tiene matices propios de los diversos estados del hombre cristiano. Es diferente lo que exige la castidad a quien se ha consagrado en virginidad o celibato, a quien está unido en legítimo matrimonio, o a quien, sin estar aún unido en matrimonio, tiene el propósito o deseo de contraerlo más adelante. En todas las formas de castidad hay algo común: el señorío sobre el apetito sexual, como expresión de la búsqueda de Dios por sobre todo otro bien, y la búsqueda de cualquier bien sólo en la perspectiva de la búsqueda de Dios y de su amor. De modo que la castidad no es una actitud negativa, sino que, si impone renuncias y vencimientos, los exige con miras a un bien supremamente positivo: el amor a Dios. Se es casto para amar a Dios. Así se entiende la bienaventuranza que proclama dichosos a los puros o limpios de corazón, porque verán a Dios (Mt 5,8): quien es puro, en el más amplio sentido de la palabra, está en condiciones de "ver" a Dios, de amarlo, de decirle con verdad que nada hay tan importante como El, en ninguna situación o hipótesis.


Nota Tomada de: http://www.aciprensa.com/sacerdocio/terminos.htm

martes, 8 de septiembre de 2009

Fiesta de la Natividad de la Virgen María



La celebración de la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María, es conocida en Oriente desde el siglo VI. Fue fijada el 8 de septiembre, día con el que se abre el año litúrgico bizantino, el cual se cierra con la Dormición, en agosto. En Occidente fue introducida hacia el siglo VII y era celebrada con una procesión-letanía, que terminaba en la Basílica de Santa María la Mayor.

El Evangelio no nos da datos del nacimiento de María, pero hay varias tradiciones. Algunas, considerando a María descendiente de David, señalan su nacimiento en Belén. Otra corriente griega y armenia, señala Nazareth como cuna de María.

Sin embargo, ya en el siglo V existía en Jerusalén el santuario mariano situado junto a los restos de la piscina Probática, o sea, de las ovejas. Debajo de la hermosa iglesia románica, levantada por los cruzados, que aún existe -la Basílica de Santa Ana- se hallan los restos de una basílica bizantina y unas criptas excavadas en la roca que parecen haber formado parte de una vivienda que se ha considerado como la casa natal de la Virgen.

Esta tradición, fundada en apócrifos muy antiguos como el llamado Protoevangelio de Santiago (siglo II), se vincula con la convicción expresada por muchos autores acerca de que Joaquín, el padre de María, fuera propietario de rebaños de ovejas. Estos animales eran lavados en dicha piscina antes de ser ofrecidos en el templo.

La fiesta tiene la alegría de un anuncio premesiánico. Es famosa la homilía que pronunció San Juan Damasceno (675-749) un 8 de septiembre en la Basílica de Santa Ana, de la cual extraemos algunos párrafos:

"¡Ea, pueblos todos, hombres de cualquier raza y lugar, de cualquier época y condición, celebremos con alegría la fiesta natalicia del gozo de todo el Universo. Tenemos razones muy válidas para honrar el nacimiento de la Madre de Dios, por medio de la cual todo el género humano ha sido restaurado y la tristeza de la primera madre, Eva, se ha transformado en gozo. Ésta escuchó la sentencia divina: parirás con dolor. A María, por el contrario, se le dijo: Alégrate, llena de gracia!

¡Oh feliz pareja, Joaquín y Ana, a ustedes está obligada toda la creación! Por medio de ustedes, en efecto, la creación ofreció al Creador el mejor de todos los dones, o sea, aquella augusta Madre, la única que fue digna del Creador. ¡Oh felices entrañas de Joaquín, de las que provino una descendencia absolutamente sin mancha! ¡Oh seno glorioso de Ana, en el que poco a poco fue creciendo y desarrollándose una niña completamente pura, y, después que estuvo formada, fue dada a luz! Hoy emprende su ruta la que es puerta divina de la virginidad. De Ella y por medio de Ella, Dios, que está por encima de todo cuanto existe, se hace presente en el mundo corporalmente. Sirviéndose de Ella, Dios descendió sin experimentar ninguna mutación, o mejor dicho, por su benévola condescendencia apareció en la Tierra y convivió con los hombres".

Si pensamos por cuántas cosas podemos hoy alegrarnos, cuántas cosas podemos festejar y por cuántas cosas podemos alabar a Dios; todos los signos, por muchos y hermosos que sean, nos parecerán tan sólo un pálido reflejo de las maravillas que el Espíritu de Dios hizo en la Virgen María, y las que hace en nosotros, las que puede seguir haciendo... si lo dejamos.

* Más información sobre esta fiesta en
http://www.aciprensa.com/Maria/natividad.htm

lunes, 24 de agosto de 2009

El Papa Benedicto fue Nazi??

Aqui un poco de información sobre el cuestionamiento mas fuerte que se le realiza al Papa Benedicto XVI:

"Robarle la fama a una persona lo más fácil es calumniarla. A Benedicto XVI le han buscado desprestigiar desde el día que lo eligieron Pontífice. Las falacias sobre su persona se han ido multiplicando conforme sus firmes palabras se han dejado sentir a favor de la vida, la familia, la correcta sexualidad, el matrimonio, la responsabilidad, la paternidad y la maternidad responsable, etc".

Hay muchos a quienes no les agrada que el Papa recuerde la verdad del hombre al hombre de hoy y por eso recurren a la mentira para descalificarle. Y es que el difamar a un ser humano, robarle la fama, denigrarlo, es fácil, muy, muy fácil. Bastan comentarios ligeros, simplificaciones baratas, palabras preñadas de sutil dolo, juicios gratuitos e infundamentados; aunque todos los hombres tienen una capacidad crítica no todos la ponen en práctica y se dejan llevar fácilmente por las opiniones comunes. Decir, por ejemplo, que Benedicto XVI fue nazi en su juventud pero que lo ha venido ocultando, es un juicio que merece un repaso por la vida de Joseph Ratzinger y amerita repetir la clase de historia contemporánea elemental.

Últimamente se viene escuchando este comentario a raíz de la defensa a la vida que el Papa viene realizando en sus discursos, homilías y otros documentos en temas puntuales como eutanasia y aborto.

¿Es verdad que Joseph Ratzinger fue nazi?

El Papa nunca ha negado que le obligaron a participar en las juventudes hitlerianas ni que hizo acto de presencia en las milicias del tercer Reich. También ha dejado claro que nuca estuvo en el frente de batalla. En el libro autobiográfico “Mi vida” él mismo narra el contexto histórico padecido, la manera como se vio obligado a formar parte de esos grupos y luego su enrolamiento en el ejército, en qué consistió su participación y cómo salió de él.

El contexto histórico

Quien conoce de historia sabe cómo llegó Hitler al poder y lo que sucedió luego. De lo vivido entonces por el pequeño Joseph, Ratzinger contará:

“Los nazistas hablaron rápidamente de “toma del poder”, y de esto efectivamente se trató. El poder vino, de hecho, ejercitado desde el primer momento […] vinieron introducidas las “juventudes hitlerianas” y la “liga de las mujeres alemanas”, vinculadas a la escuela, así que también mi hermano y mi hermana debieron tomar parte en sus manifestaciones. Mi padre –que era policia rural– sufría mucho por el hecho de tener que estar al servicio de un poder estatal a cuyos vértices consideraba criminales aunque, gracias a Dios, su trabajo en aquel lugar y en aquel tiempo casi no era tocado. En los cuatro años que transcurrimos aquí –se refiere a Aschau– de aquello que puedo recordar, el nuevo régimen se mueve sólo para espiar y tener bajo control a los sacerdotes que tenía una conducta “hostil al Reich”; valga decir que mi padre nunca tomó parte en esto personalmente; al contrario, puso en guardia y ayudó a aquellos sacerdotes de los cuales sabía que corrían peligro”.

Conforme fue pasando el tiempo el gobierno enroló a los jóvenes alemanes en las filas activas para desempeñar servicios laborales que consistían en ayudas específicas de carácter práctico para el mantenimiento de los cuarteles o las bases de información militares, por ejemplo.

“Mi hermano tenía 17 años, yo 14. Quizá yo estaría fuera pero era claro que mi hermano no podría fugarse. De hecho, en el verano de 1942 vino enrolado en el así llamado “servicio laboral” […] fue asignado al departamento de las comunicaciones, como radiotelegrafista. Después de pasar por Francia, Holanda y Checoslovaquia, en 1944 fue enviado al frente italiano, donde fue herido y, afortunadamente, transferido a Traunstein al hospital militar dispuesto en el seminario que para él había sido el lugar de tantas experiencias religiosas. Pero apenas restablecido fue enviado nuevamente al frente italiano […] No obstante la gravosa oscuridad del cuadro histórico, delante de mí estaba todavía un bello año académico en casa y en la escuela de Traunstein…”

Mientras tanto, los azotes de la guerra se dejaban sentir más y más:

“[…] en los periódicos estaban elencados los caídos; casi todos los días venía celebrada una misa por algún joven soldado caído en la guerra. Los nombres eran cada vez más los de aquellas personas conocidas por nosotros. Cada vez más se trataba de estudiantes de nuestra escuela, jóvenes llenos de vida y de fe, que nosotros habíamos conocido personalmente, que hasta hacia poco tiempo habíamos visto cercanos a nosotros”.

Obligado a formar parte

Pese a la aparente fortaleza del ejército alemán, los primeros fracasos se empezaron a suceder; fracasos que conllevaban la pérdida de hombres y la necesidad de más para hinchar las filas de los frentes de batalla o, por lo menos, para aumentar el ánimo de los que ya estaban en ellas.

“Vista la creciente falta de personal militar, en 1943 los hombres del régimen inventaron algo nuevo. Dado que los estudiantes de los internados debían vivir de todos modos en comunidad, lejos de casa, consideraron que no había ningún obstáculo para cambiar la sede de los colegios, colocándolas en las apretadas bases antiaéreas. Además, desde el momento que no estudiaban todo el día, parecía del todo normal que utilizaran su tiempo libre para los servicios de defensa de los ataques aéreos enemigos. De hecho, yo no estaba internado desde hacia tiempo, pero desde el punto de vista jurídico formaba todavía parte del seminario de Traunstein. Fue así que el pequeño grupo de seminarista de mi generación (generación 1926 y 1927) fue llamado a los servicios de contra-aviones a Munich. A los diecisiete años tuvimos que aceptar un tipo muy particular de internado. Habitamos las barracas como soldados regulares que éramos, obviamente una pequeña minoría, nos vinieron impuestos los mismos uniformes y, en sustancia, debíamos desarrollar el mismo servicio con la única diferencia que a nosotros estaba concedido también frecuentar un mínimo de clases…”

Su participación

Así lo narra él mismo: “[…] el periodo transcurrido causó situaciones embarazosas, sobre todo para los individuos tan poco inclinados a la vida militar como yo. Aquí yo estuve asignado a los servicios telefónicos y el suboficial al que estábamos subordinados defendió con firmeza la autonomía de nuestro grupo. Estábamos dispensados de todos los ejercicios militares y ninguno osaba inmiscuirse en nuestro pequeño mundo […] más allá de mis horas de servicio, podía hacer todo aquello que quería y dedicarme sin graves obstáculos a mis intereses. Además de todo, sorprendentemente, estaban ahí un conspicuo grupo de convencidos católicos que llegaron a organizar clases de religión y a obtener el permiso de frecuentar ocasionalmente la iglesia”.

En 1944, llegado al límite de edad para el servicio militar, fue llamado a éste. El 20 de septiembre fue trasladado a los confines entre Austria, Hungría y Checoslovaquia: “Aquellas semanas de servicio laboral se han quedado en mi memoria como un recuerdo oprimente […] una noche fuimos levantados de la cama y reunidos, todavía medio dormidos. Un oficial de la SS nos llamó uno por uno fuera de la fila y trató de inducirnos al enrolamiento “voluntario” en el cuerpo de la SS explotando nuestro cansancio y la posición de cada uno delante de todo el grupo reunido. Muchos fueron enrolados de este modo en ese cuerpo criminal. Junto a algunos otros yo tuve la fortuna de poder decir que tenía la intención de hacerme sacerdote católico. Venimos cubiertos de burlas y de insultos y devueltos dentro, pero esta humillación nos había agradado mucho desde el momento que nos liberamos de la amenaza de ese enrolamiento falsamente “voluntario” y de todas las consecuencias”.

“Era común que aquellos que prestaban servicio laboral, con el acercarse del frente, vinieran enrolados en el ejército; y era esto lo que nosotros esperábamos. Pero para agradable sorpresa, las cosas fueron diversamente […] el 20 de noviembre nos fueron dadas las maletas con nuestros vestidos civiles y vinimos despedidos en un tren que nos regresó a casa, con un viaje continuamente interrumpido por las alarmas aéreas. Viena, que en septiembre no había sido tocada por los eventos de la guerra, mostraba ahora las heridas de los bombardeos. Todavía más impresionante se me hizo la vista de la amada Salzburgo donde no sólo la estación estaba reducida a un cúmulo de escombros sino también el símbolo de la ciudad –el grandioso domo del renacimiento– había sido duramente golpeado; si bien recuerdo, la cúpula había sido derrumbada […]”. Pero al fin llegó a casa el joven Joseph: “Era un encantador día de otoño… raramente he sentido tan fuertemente la belleza de mi tierra como en este retorno a casa de un mundo desfigurado por la ideología”.

Cómo salió

Al regreso se encontró nuevamente con la llamada a las armas aunque le fueron concedidas tres semanas para el descanso. Tuvo que ir. La Navidad la pasó en las barracas. Meses más tarde sería exonerado del servicio por enfermedad pero tuvo que continuar enrolado en el ejército aunque nunca fue en el frente de batalla. La muerte de Hitler reforzó la esperanza de que el final de la guerra estuviese cerca… “Al final de abril o en los primeros de mayo, no recuerdo con precisión, decidí regresar a casa. Sabía que la ciudad estaba circundada de soldados que tenía la orden de fusilar sobre el puesto a los desertores. Por esto, para salir de la ciudad tomé un camino secundario con la esperanza de pasar desapercibido. Pero a la salida de una galería estaban dos soldados centinelas y por un momento la situación se hizo extremamente crítica. Por fortuna, eran de aquellos que no podían más con la guerra y no querían transformarse en asesinos”.

Finalmente llegaron los estadounidenses. A Joseph, como a tantos otros, le tocó convertirse en prisionero de guerra. La casa de los Ratzinger se convirtió en cuartel militar estadounidense. Joseph tuvo que marchar caminando a pie durante tres días hasta otro cuartel para prisioneros. Por junio los empezaron a dejar marchar; a él le tocó el día 19. Ya libre, se las tuvo que arreglar para llegar a su casa. Contará después, anecdóticamente, con referencia a ese día: “En mi vida nunca he comido alimento más felizmente como aquel que mi mamá preparó aquella vez con los productos de nuestro huerto. Pero para que nuestra alegría fuese plena faltaba todavía algo. Desde el inicio de abril no habíamos tenido noticia de mi hermano […] Por eso fue muy grande nuestra alegría cuando, en un día caliente de julio, se sintieron improvisamente los pasos y aquel por el cual por tanto tiempo no se había sabido nada; estaba ahora en medio de nosotros, bronceado por el sol de Italia…”

“Durante la fiesta de Navidad llegamos a tener un encuentro entre nuestros compañeros de clase, los sobrevivientes agradecieron por el regalo de la vida y por la esperanza que renació, incluso en medio de todas las destrucciones”.

Simplificar no siempre lleva a correctas comprensiones. No parece justo reducir la figura de un hombre de semejante estatura humana y espiritual a la mentira de quienes por intereses subjetivos quieren desprestigiarle. Lo bueno de todo esto, es que podemos cambiar nuestra opinión, reforzarla y ayudar a otros a compartirla.

Porque el nombre de Papa

Un error muy difundido en internet acerca de por qué al Sumo Pontífice se le dice "Papa" es el que se basa en las iniciales de 4 palabras latinas: P etrí - A postoli - P otestatem - A ccipiens, y se traducen así: "El que recibe la Potestad del Apóstol Pedro". El segundo error en la interpretación del significado es el que se atribuye a la unión de las dos primeras sílabas de estas palabras latinas: PA ter y PA stor,que se traducen como "padre y pastor".

El orígen de la palabra PAPA es muy distinto. El término “Papa” procede del griego “Pappas” o “Papas” y significa “papá” o “padre”. Se encuentra testimoniado en Aristófanes (Pax 120), Menandro (Mis 213). P. Levillain observa que en Homero significa “sacerdote”. Como quiera que sea, el término se hizo común en oriente como signo de afecto y respeto para con obispos y sacerdotes.

En Occidente hace su aparición a inicios del S. III, progresivamente se fue aplicando a los obispos [Cipriano, Ep 8,8.23,30; 31,36]. Aplicado al obispo de Roma como signo de afecto y respeto se encuentra por vez primera en una inscripción del diácono Severo a san Calixto: "Jussu Papae sui Marcellini" (por orden del Papa Marcelino). Se hizo específico para finales del S. IV y en el V al título se precisa la expresión “Papa Urbis Romae" (Papa de la ciudad de Roma).

En el S. VI la cancillería de Constantinopla se dirigió al obispo de Roma con el título “Papa”. Para finales del S. VIII el título se emplea solamente para los romanos pontífices. Con Gregorio V (996-999) el Concilio de Pavía estipuló que el arzobispo Arnulfo de Milán no se designara así. Gregorio XI (1073-1085) prescribió de modo formal que el título se aplicara definitivamente a los sucesores de Pedro.

La expresión “Santísimo Padre” se remonta al S. XII y corresponde al significado histórico de “papa”, es decir, “reverendo padre” y con él se relaciona su definición de “pater patrum”, de uso común por parte de los obispos de la Iliria y del África que así se dirigían a los sucesores de Pedro en los primeros siglos VI-VII.

Nominalmente el Papa es el Obispo de la Diócesis de Roma. Según la tradición católica, desde que San Pedro se estableció para predicar el Evangelio en la ciudad y nombró su sucesor a uno de los Presbíteros de Roma, se ha establecido la ciudad como la sede de la Iglesia Universal.

En el principio a los sucesores de San Pedro se los llamaba simplemente Obispo de Roma. El título de "Papa", como hemos visto, comezó a ser usado muchos siglos después.

El título papa, que alguna vez fue utilizado con gran amplitud, actualmente se emplea exclusivamente para denotar al Obispo de Roma quien, en virtud en su posición como sucesor de san Pedro, es el supremo pastor de toda la Iglesia, el vicario de Cristo sobre la tierra. Además del obispado de la diócesis romana, el Papa detenta varias otras dignidades junto con la de pastor universal y supremo. Él es el arzobispo de la provincia romana, primado de Italia e islas adyacentes, y único patriarca de la Iglesia Occidental. La doctrina de la Iglesia acerca del Papa fue declarada por el Concilio Vaticano I en la Constitución Dogmática “Pastor Aeternus”, el 18 de julio de 1870. Los cuatro capítulos de esa constitución tratan respectivamente del oficio de cabeza suprema conferido a san Pedro, la perpetuidad de ese oficio en la persona del romano pontífice, la jurisdicción papal sobre todos los fieles y su autoridad suprema para definir cuestiones de fe y moral. (Enciclopedia Católica)

Cada Papa para gobernar la Iglesia puede escoger libremente un nombre: el de uno de sus antecesores, el de un santo de su devoción o una versión latinizada de su propio nombre.

Joseph Ratzinger ha elegido el nombre de Benedicto XVI para gobernar la Iglesia católica romana. Benedicto XV (Giacomo della Chiesa), su antecesor en el número romano, fue papa de 1914 a 1922.

Juan Pablo II (Karol Wojtyla), eligió el nombre de su antecesor, Juan Pablo I, elegido en 1978 y primer Papa de la Historia de la Iglesia que optó por un nombre doble, el de sus predecesores Juan XXIII y Pablo VI.

En el caso de Juan XXIII (Giuseppe Roncali) que fue Papa de 1959 a 1963, se inclinó por los motivos personales y familiares y optó por el nombre de su padre para gobernar la Iglesia al que añadió el número ordinal (XXIII), continuación del que le correspondió al Papa francés Juan XXII (1316-1334).

Tradicionalmente los papas mantenían su nombre de bautismo, pero en el año 996 Bruno de Carintia (996-999) renunció a su nombre al ser elegido papa y utilizó el de Gregorio V. Desde entonces, todos los papas han cambiado de nombre al inicio de su pontificado.

De forma excepcional, antes del siglo X algunos pontífices modificaron el nombre del bautismo por diversas razones. Es el caso de Mercurio que accedió a la sede Apostólica como Juan II (533-535), ya que no deseaba llevar el nombre de un dios pagano.

Desde San Pedro, ningún pontífice se atrevió a elegir ese nombre por respeto al apóstol. Juan XIV (983-984) se llamaba Pedro Canepanova y Sergio IV (1009-1012), Pedro Bocca di Porco y los dos cambiaron el nombre al ocupar la silla petrina.

El primer nombre elegido varias veces fue el de Sixto, posteriormente, los nombres más usados por los papas desde Pedro han sido: Juan (23), Gregorio (16), Benedicto (15), Clemente (14), León (13), Inocencio (12), Pío (12), Esteban (9), Urbano (8), Alejandro (7), Adriano (6), Paulo (6), Sixto (5), Martín (5), Nicolás (5), Celestino (5), Anastasio (4) y Honorio (4).

sábado, 22 de agosto de 2009

Aqui esta el cordero

Este es un canto de la agrupación Son by Four los cuales por gracia del Señor tomaron la mejor opción de su vida... entregárselas a Jesús.

Aqui les dejo este video muy bueno por cierto.... BENDICIONES!

jueves, 20 de agosto de 2009

Jesucristo presencia real en la Eucaristia

Aqui les dejo un SUPER video de un ex-pastor evangélico el cual ahora defiende a nuestra amada iglesia catolica.

En este video veran como biblicamente esta comprobado la presencia REAL de Jesucristo en la Eucaristia.

Que lo disfruten....

miércoles, 19 de agosto de 2009

Testimonio de Conversión

Hermanos acá les dejo este video-testimonio de conversión al Catolicismo de un Ex-Pastor Protestante Pentecostal.



Bendiciones,

No tengamos miedo al Demonio

Estas fueron las palabras dadas por el Padre Exorcista español Jose Antonio Fortea, el dia de ayer en una actividad realizada en la Parroquia de La Aurora de Heredia en su visita a nuestro país.

En esta actividad el sacerdote oficio la misa y luego de esta realizo una pequeña conferencia sobre el exorcismo y posesiones demoniacas en el siglo XXI.

El templo estuvo abarrotado de fieles catolicos que se presentaron a escuchar sobre este tema tan confuso y tan silenciado en estos tiempos.

martes, 18 de agosto de 2009

Asunción de Nuestra Señora


Solemnidad

Solemnidad de la Asunción de la bienaventurada Virgen María, Madre de nuestro Dios y Señor Jesucristo, que, acabado el curso de su vida en la tierra, fue elevada en cuerpo y alma a la gloria de los cielos. Esta verdad de fe, recibida de la tradición de la Iglesia, fue definida solemnemente por el papa Pío XII en 1950.


(ver Art. Completo en http://www.es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=552)