lunes, 24 de agosto de 2009

Porque el nombre de Papa

Un error muy difundido en internet acerca de por qué al Sumo Pontífice se le dice "Papa" es el que se basa en las iniciales de 4 palabras latinas: P etrí - A postoli - P otestatem - A ccipiens, y se traducen así: "El que recibe la Potestad del Apóstol Pedro". El segundo error en la interpretación del significado es el que se atribuye a la unión de las dos primeras sílabas de estas palabras latinas: PA ter y PA stor,que se traducen como "padre y pastor".

El orígen de la palabra PAPA es muy distinto. El término “Papa” procede del griego “Pappas” o “Papas” y significa “papá” o “padre”. Se encuentra testimoniado en Aristófanes (Pax 120), Menandro (Mis 213). P. Levillain observa que en Homero significa “sacerdote”. Como quiera que sea, el término se hizo común en oriente como signo de afecto y respeto para con obispos y sacerdotes.

En Occidente hace su aparición a inicios del S. III, progresivamente se fue aplicando a los obispos [Cipriano, Ep 8,8.23,30; 31,36]. Aplicado al obispo de Roma como signo de afecto y respeto se encuentra por vez primera en una inscripción del diácono Severo a san Calixto: "Jussu Papae sui Marcellini" (por orden del Papa Marcelino). Se hizo específico para finales del S. IV y en el V al título se precisa la expresión “Papa Urbis Romae" (Papa de la ciudad de Roma).

En el S. VI la cancillería de Constantinopla se dirigió al obispo de Roma con el título “Papa”. Para finales del S. VIII el título se emplea solamente para los romanos pontífices. Con Gregorio V (996-999) el Concilio de Pavía estipuló que el arzobispo Arnulfo de Milán no se designara así. Gregorio XI (1073-1085) prescribió de modo formal que el título se aplicara definitivamente a los sucesores de Pedro.

La expresión “Santísimo Padre” se remonta al S. XII y corresponde al significado histórico de “papa”, es decir, “reverendo padre” y con él se relaciona su definición de “pater patrum”, de uso común por parte de los obispos de la Iliria y del África que así se dirigían a los sucesores de Pedro en los primeros siglos VI-VII.

Nominalmente el Papa es el Obispo de la Diócesis de Roma. Según la tradición católica, desde que San Pedro se estableció para predicar el Evangelio en la ciudad y nombró su sucesor a uno de los Presbíteros de Roma, se ha establecido la ciudad como la sede de la Iglesia Universal.

En el principio a los sucesores de San Pedro se los llamaba simplemente Obispo de Roma. El título de "Papa", como hemos visto, comezó a ser usado muchos siglos después.

El título papa, que alguna vez fue utilizado con gran amplitud, actualmente se emplea exclusivamente para denotar al Obispo de Roma quien, en virtud en su posición como sucesor de san Pedro, es el supremo pastor de toda la Iglesia, el vicario de Cristo sobre la tierra. Además del obispado de la diócesis romana, el Papa detenta varias otras dignidades junto con la de pastor universal y supremo. Él es el arzobispo de la provincia romana, primado de Italia e islas adyacentes, y único patriarca de la Iglesia Occidental. La doctrina de la Iglesia acerca del Papa fue declarada por el Concilio Vaticano I en la Constitución Dogmática “Pastor Aeternus”, el 18 de julio de 1870. Los cuatro capítulos de esa constitución tratan respectivamente del oficio de cabeza suprema conferido a san Pedro, la perpetuidad de ese oficio en la persona del romano pontífice, la jurisdicción papal sobre todos los fieles y su autoridad suprema para definir cuestiones de fe y moral. (Enciclopedia Católica)

Cada Papa para gobernar la Iglesia puede escoger libremente un nombre: el de uno de sus antecesores, el de un santo de su devoción o una versión latinizada de su propio nombre.

Joseph Ratzinger ha elegido el nombre de Benedicto XVI para gobernar la Iglesia católica romana. Benedicto XV (Giacomo della Chiesa), su antecesor en el número romano, fue papa de 1914 a 1922.

Juan Pablo II (Karol Wojtyla), eligió el nombre de su antecesor, Juan Pablo I, elegido en 1978 y primer Papa de la Historia de la Iglesia que optó por un nombre doble, el de sus predecesores Juan XXIII y Pablo VI.

En el caso de Juan XXIII (Giuseppe Roncali) que fue Papa de 1959 a 1963, se inclinó por los motivos personales y familiares y optó por el nombre de su padre para gobernar la Iglesia al que añadió el número ordinal (XXIII), continuación del que le correspondió al Papa francés Juan XXII (1316-1334).

Tradicionalmente los papas mantenían su nombre de bautismo, pero en el año 996 Bruno de Carintia (996-999) renunció a su nombre al ser elegido papa y utilizó el de Gregorio V. Desde entonces, todos los papas han cambiado de nombre al inicio de su pontificado.

De forma excepcional, antes del siglo X algunos pontífices modificaron el nombre del bautismo por diversas razones. Es el caso de Mercurio que accedió a la sede Apostólica como Juan II (533-535), ya que no deseaba llevar el nombre de un dios pagano.

Desde San Pedro, ningún pontífice se atrevió a elegir ese nombre por respeto al apóstol. Juan XIV (983-984) se llamaba Pedro Canepanova y Sergio IV (1009-1012), Pedro Bocca di Porco y los dos cambiaron el nombre al ocupar la silla petrina.

El primer nombre elegido varias veces fue el de Sixto, posteriormente, los nombres más usados por los papas desde Pedro han sido: Juan (23), Gregorio (16), Benedicto (15), Clemente (14), León (13), Inocencio (12), Pío (12), Esteban (9), Urbano (8), Alejandro (7), Adriano (6), Paulo (6), Sixto (5), Martín (5), Nicolás (5), Celestino (5), Anastasio (4) y Honorio (4).

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